Del relato «Lágrimas por mi tierra»
Te has olvidado
de decir la verdad
la que muchos saben
y tú deformas para adaptarla
a la realidad que vives.
Te has olvidado
que sabemos tu verdad, tu realidad
esa que no quieres enseñar
pero que se descubre
con tus gestos y palabras.
Crees que nos engañas
pero solo te engañas a ti.
Te has olvidado
de la cordura, del pensamiento único
formado por miles de voluntades
bajo un mismo pensamiento
enfrentado a tus mentiras
bajo una u otra bandera.
Bajo la mirada de la voluntad
de aquel que esgrime
un u otro poder.
Te has olvidado que eres un hombre
y como tal estás ligado
eres esclavo de otra voluntad
de la que no puedes desvincularte.
Hablo de la vida
que tus padres te dieron
y que todos quemamos
hasta dejar de existir.
No te olvides
que la misma vida
no se puede controlar
ni contener.
Solo se puede
dejarla pasar.
No te olvides que la vida
siempre se renueva
y busca la forma
de salir a la luz.