Del relato «Lágrimas por mi tierra!
Perdimos la libertad
por tanto tiempo luchada
por la voluntad de controlar
el poder con el poder.
Perdiendo la esperanza, la ilusión
de que podíamos volar
ir a donde quisiéramos
y construir lo que deseamos.
Si, perdimos la ilusión de ser
nosotros mismos, nuestra voluntad
las ganas de decidir por nosotros.
Pues el poder controla el poder
sin permitirnos el menor atisbo
de opinar diferente
de ser diferente a su voluntad.
Perdimos la libertad
por una bandera
por una voluntad
por una idea antigua
grabada a fuego y sangre
y muertos de tiempos pasados
que ahora asoman la cabeza
sorprendidos que volvamos al pasado
por el cual murieron
viendo el país dividido
olvidándonos de hablar y escuchar.
Si perdimos la libertad
¿Cómo la vamos a recuperar?
Si el poder controla el poder
es amigo de sí mismo
y aplasta al que domina
al que lo puso ahí.