Te has olvidado de
como la vida nos sonríe
nada más nacer
invitándonos a ser felices
en lugar de dominar, destruir
y vomitar todo lo malo que deseamos.
Te has olvidado de
el amor que tus padres te dieron
cuando cuidaron de ti
cuando estabas enfermo
y como tus hermanos te abrazaban
cuando era tu cumpleaños.
Te has olvidado de
que todos lloramos
todos sufrimos
todos nos herimos y enfermamos.
Te has olvidado que la vida
es mejor vivirla juntos
ayudándonos que golpeándonos.
Te has olvidado de sonreír más
ante la vida y las alegrías
cuando alguien te besa de verdad
y te abraza con ternura.
Te has olvidado de la hermosura
y ya no sabes cómo recuperarte
de la fealdad de tu corazón y alma
perdida en la venganza, el ser y el dominio
de todo cuanto te envuelve.