Me olvido de mi
cada vez que lloras desconsolada
y el dolor y la fatiga
atenazan el alma
que desea vivir en nuestro interior.
Mis manos acarician tus mejillas
mis labios te besan suavemente
acariciandote en lo profundo del ser
para volver hacer salir
la sonrisa que ilumina tu rostro.
Si tu me dices ven
corro hacia ti
y me olvido de mi
de la carga que llevo en mi alma
y me derramo por dentro y fuera
sin remedio ante tus labios
hambrientos de mis besos
y tu cuerpo de mis caricias.
Y eso que solo soy un hombre
pero me olvido de mi
de lo que soy cada vez
que me envuelves entre tus brazos
y me derribas con tu amor
los muros que levanto
para no ser lastimados
y coges entre tus manos mi corazón
dándole vida con una sola caricia
con una sola palabra
o un solo beso tuyo.
¿Y qué hago si solo soy un hombre?
Cuando tus ojos me ven
y mi alma tiene necesidad
de olvidar toda la carga
que la vida me a impuesto.