Del relato «Lágrimas por mi tierra»
Gritan, gritan y gritan
dejándome sordo
preocupado por lo que debe venir
entre gritos y abucheos.
Los amigos son enemigos
y aquellos que llamamos hermanos
son los enemigos más despiadados
dejándome solo
pues no grito con ellos.
Soy un hombre de paz
la guerra a quedado atras
no forma parte de mi vida
pues ya he gritado mucho
en mi vida.
Y gritan, gritan y gritan
pues no tiene nadie que les escuche
y la rabia contenida se desborda
dejándome exhausto
cuando esta desaparece.
Por favor no griten más
que los niños duermen
y los demás queremos vivir en paz
de tanto grito
y el amor pasa de largo
al ver tanto alboroto.
Y gritan, gritan y gritan
sin hacer caso de nadie
que estamos cansados
de tanto grito
a favor de la patria.