De la colección «Quiero un futuro verde» (parte 4)
¡Llegamos a nuestra meta!
¡Al centro de todo lo oscuro!
Y solo hay soledad, muerte
vacío y silencio.
Solo en el centro hay luz
y ruido de ir y venir
¡Alguien vive aquí!
Y podremos descubrir
lo que venimos a decir.
Apresuramos el paso
dispuestos a discutir
a imponer nuestras exigencias
a expulsarlos de aquí.
Pero guardamos silencio
cuando descubrimos por fin
que la vida que vemos
es automática aquí.
Algunos lloran
otros gritan de rabia
y la ira y la impotencia contenida
nos hace coger piedras
y palos de metal
para lanzar y golpear
destruir tanta infamia
que aprisiona a nuestra tierra
a la humanidad entera
en el redil de la macabra danza
de un futuro sin esperanza.
Entramos en tropel dentro de la fábrica
no miramos, solo buscamos
donde golpear y hacer daño
adentrándonos más y más
en las entrañas de aquel mundo automático.
Nos miramos con la alegría contenida
de la acción requerida, inmediata
con las manos temblorosas
y los puños apretados
gritando de furia y alegría
por hacer aquello que fuimos llamados.
Somos ángeles vengadores
de nuestra tierra sufrida
de la esperanza marchita
por buscar fortuna y codicia.
Y ahí en lo alto, en el centro de todo
el responsable de los creado
muerto, marchito, solo
en su gran trono oxidado.
Ya no hay temor, ni rencor
solo la necesidad de pararlo todo
quemar lo construido
desmontar lo creado.
Así que golpeamos y destruimos,
destruimos y golpeamos
sin temor al remordimiento
esperando recuperar el presente
y construir el futuro esperado.
Poemas relacionados
Y ahora ¿Qué? Que vamos hacer.
Después de destruir la fábrica
nos tumbamos en el suelo
a las afueras de la ciudad
agotados, sin fuerzas
sin saber que pasaría ahora.
En el sendero que nos lleva a nuestro futuro
El camino es largo
penoso el caminar
cada paso un tormento
para los ojos y el alma
por la tierra desolada.
Nadie a la vista
En el mar nos llenamos de dudas.
Ya llevamos tiempo navegando
en este mar tenebroso
donde la basura se acumula
en islas flotantes y herrumbre.
Pescamos de vez en cuando
para contemplar los peces
De camino hacia el futuro que deseamos.
Hoy es el día
en que empezaré a buscar
el origen de toda destrucción
más allá del mar.
Las sonrisas han muerto