Me haces tanto bien
¿te lo he dicho?
pues te lo repito
con un beso, un abrazo
una sonrisa o un guiño
por que la vida
así lo ha querido.
Me haces tanto bien
porque la luna
no sería la misma
si no la descubriera
cuando ocultos deseamos
dejar la vergüenza desnuda.
Me haces tanto bien
desde que un día
te acercaste a mi
y me dijiste “hola”
y al contemplarte
me quede pensando
¿qué quieres de mi?
Y te quedaste a mi lado
yo, que solo soy
un hombre normal.
Si aún no lo sabes
te lo vuelvo a decir
me haces tanto bien
que no renuncio a ti.