Del relato «Lágrimas por mi tierra»
Volviendo a la normalidad
después del combate
del enemigo mudo e invisible
que nos a dejado postrados
demostrando que hay un enemigo
más poderoso
que nosotros dos.
En ese instante, todos unidos
formando un frente
olvidando, casi
la guerra de nuestros corazones.
Y ahora volviendo a la normalidad
vuelven las antiguas rencillas
los discursos enaltecidos
sobre la nación y los extremismos
de la inconsciencia de un pueblo
que desea volver
a tiempos pasados
donde todos llevábamos uniforme
en la escuela
esa cruel normalidad.
Todo se olvida rápido
cuando el hambre, el miedo
y el hombre manipulador
invade nuestro corazón.
Ahora, volviendo a la normalidad
nos reencontramos
los viejos enemigos
los antagonistas de siempre
bajo nuestra propia bandera
nuestros ideales
lo que debe ser nuestro país
olvidándonos de la concordia
que nos unió en el pasado
con discrepancias, pero unidos.
Ojalá volvieran los tiempos
del diálogo
y nos olvidasemos
el poder de la mayoría absoluta
por el poder de una mayoría
que desea dialogar
pactar y marchas hacia el futuro
todos juntos.