La verdad que tanto nos cuesta
es mirarnos a los ojos
y decirnos amor
te respeto como persona
no te heriré más
y en mis brazos tendrás cobijo.
Pero huimos a la soledad
aquella que no nos daña
al descubrir tus mentiras
donde el color del dinero
no es la bandera que todo rige.
Pero tus besos
son el pago cruel
de esta soledad
que la verdad que tanto nos cuesta
nos impone impasible
como la piedra que és
en el corazón de los hombres.
Buscame en la soledad impuesta
encuéntrame en las esquinas
de una vida sola
por las piedras de la vida
y las risas de aquellos
que sabios se sienten
en sus tronos de oro y mármol
sin saber más que otros
de la verdad que tanto nos cuesta
asimilar al ver
la soledad del día a día.