Del relato «Lágrimas por mi tierra»
Bajo el cielo de la Mercé
nos hermanamos
como un solo pueblo
sin distinción de razas o naciones
bajo los brazos de ella
que tanto nos ha dado
y nos ha llorado en nuestra vida.
En nuestras calles festejamos
que la protectora de la vila
nos sea favorable
y haga prósperas nuestras vidas
Bajo el cielo de Barcelona
Bajo el cielo de la Mercé
mi hermana nació y creció
e hizo vida entre nosotros.
Con ella una prima y una tía
que tantas cosas buenas
nos han regalado
como buenas Mercés
Y aunque sus vidas son anónimas
para nosotros son heroínas
de una vida incierta
plaga de enemigos
que intentan callarnos
y dejarnos sin identidad propia.
Por ello
bajo el cielo de la Mercé
la alegría explota
en miles de colores
y truenos ensordecedores
como nuestras voces
elevadas al cielo
y llevadas por el mundo
por el viento.