De la colección Covid-19
Después de tanto combatir
de tanto sufrir por tener
solo queda el adios
de un proyecto de vida
que ahora se desmorona
haciéndonos trizas.
Donde queda la sonrisa
donde los momentos juntos
donde cantábamos
con el corazón henchido
de esperanzas y de un futuro
que deseábamos tranquilo.
Y ahora ¿Solo queda el adiós?
contemplar las ruinas de lo edificado
el hambre que nos amenaza
y la locura de los días
en que todos reclaman su justicia
y nadie da nada
dejando nuestro corazón triste, solo.
¿Y solo nos queda el adiós?
Pero tendremos que levantarnos
reescribir nuestro presente
armar nuestro futuro
y coger fuerzas para sobrellevar
las adversidades que vienen
como amantes crueles.
Así que me levantaré
como cada día
me cuidaré
y cuidaré de los míos
y cada mañana buscaré el sol
que me caliente el alma
para emprender
el nuevo día.