Entre las sábanas
saboree tu cuerpo
que se desliza como tiburón
en busca de su presa
para no soltarla y devorarla
de un solo bocado.
También descubrí el secreto
que tus labios guardan
escondidos en un cofre
escondido en las profundidades
para que los intrépidos
lo encuentren.
Entre las sábanas descubrí
que el te quiero
se confunde con el deseo
y el deseo se vuelve imparable
cuando el amor se manifiesta
y asalta nuestros cuerpos
ansioso de mostrarse
a la luz de nuestros rostros.
Entre las sábanas encontré
las mentiras que tanto recitan
entre los pliegues de su verdad
como agua bendita
como oraciones que deben ser escuchadas
por un Dios benévolo
que no busca la maldad
si no la bondad del corazón
mezclada con el amor
amor puro, sin razón
que todos llevamos ocultos
en nuestro interior.