Mi pequeño gigante me llamas
cuando sonrio como un tonto
y tu me besas con tu sonrisa
dejándome aturdido
como un niño pequeño.
Yo que deseo ser tan alto
para poder coger la luna
y hacerte un collar de estrellas
y acariciar tus mejillas con ellas.
Soy tu pequeño gigante
cuando te canto al oído
la melodía de mi corazón
y tu me besas con tu sonrisa
convirtiéndome en un niño.
Yo que deseo ser tan grande
como el sol
para calentarte en los días grises
y ser tu hogar diario.
Me susurras al oído
tu eres mi pequeño gigante
cuando cansado del día
me derrumbo entre tus brazos
y tu me besas con tu sonrisa
devolviendome a la niñez
cuando me abrazaban
para hacerme olvidar
las penurias del día.
No tengo más remedio
que reconocer
que no soy un gigante
como los hombres deben ser
sino un simple humano
que desea que tu corazón
acaricie el mio.