De la colección Covid-19
Empezamos este 2021
con la esperanza en el corazón
y la vista fija en el futuro
que nos espera más allá
de la tristeza de la reclusión
de la pérdida del dinero y trabajo
de la soledad de estar solos.
En medio de tanta confusión
solo queda llorar de impotencia
o mirar al cielo azul
y pedir una nueva meta
para que la esperanza en el corazón
tome vida propia
y nos impulse
siempre, siempre
hacia delante.
Despacio, pero firmes
en el propósito
de salir de la oscuridad
de estos tiempos confusos.
Y si la desesperanza viene
e intenta destruirnos
hundirnos en el infierno
tendremos que defender
la esperanza en el corazón
con nuestra vida.
Una vida que debemos vivir
y demostrar que no
nos deja huérfanos de energías
para volver a construir
y levantar
la salud de días pasados.