En medio de esta guerra fratricida
bésame una y otra vez
mis labios sedientos
de la fuente de la vida
que brota de los tuyos
y aquietan mi alma
entre los gritos y gemidos
de una justicia decadente.
Pero tu, quedate conmigo
bésame una y otra vez
y yo te devolveré cada beso
con una caricia tierna
y un pacto secreto
de mi corazón al tuyo
buscando el calor de la vida
esa que se escapa en cada herida
en cada grito y mentira
que sus labios pronuncian.
Y con las manos desnudas
y el corazón abierto a ti
te ruego que
me beses de nuevo
bésame una y otra vez
y que todo estalle en llamas
y sus mentes mezquinas
exploten en su locura
y sus cenizas se las lleve el viento
dejando en su lugar
el secreto
el pacto
de este amor
de mi corazón al tuyo.