Esperarte es demasiado
por qué las estrellas me llaman
el destino me rehuye
y tu me sonries constante
y el finito presente
se transforma en una
línea recta
que me conduce a tu lado
y el olvido se hace presente
cuando desapareces.
Como ya sabes
esperarte es demasiado
por el deseo de tenerte
y no poder
por las ganas de abrazarte
y no poder
por los besos que deseo darte
y no poder.
Y entre el no poder
y la urgencia del tener
me devano a cada instante
entre suspiro y aliento.
Cada momento es un siglo
y cada siglo un suspiro
y no puedo más que decirte
que esperate es demasiado
sabiendo que me acogerás
en el momento
en que nuestros ojos se encuentren
y nuestros labios sonrían
con ese beso siempre eterno
que solemos hacernos.