Mi querida amada
tu que me has visto llorar
entre tus brazos
herido y cansado
por la oscuridad del corazón
que no entiende de caridad.
Y tu corazón solo puede
llorar conmigo
y tus labios besar los míos
y tu corazón susurrarle
al maltrecho corazón mío.
MI querida amada
tu que cuando tropiezo
me curas las heridas
de mi torpeza
me iluminas la mirada
con tu sonrisa
y esa forma de ser
tan tuya
tan femenina.
Tu forma de mujer
me tortura día a día
y me embelesa los ojos
y hace que mi corazón
te busque en los rincones
para besarte suavemente
en los labios.
Mi querida amada
hay tanto que agradecerte
que ningún tesoro del mundo
te haría justicia
solo sería despreciarte
por tanto que me has regalado.
Por todo ello
solo puedo decirte
que como hombre que soy
te amo como puedo
como el hombre que soy.
Por ello
me rindo a ti.