Del relato «Lágrimas por mi tierra»
Tanto poder ¿para qué?
tanta chulería
tanta imposición
tanta palabrería
para encontrarnos
enfrentados
olvidados como hermanos.
Y tú sigues
sintiéndote fuerte
entre la multitud
que corea insignias
que nos encadenan
nos hacen olvidar
la convivencia.
Tanto poder ¿para que?
¿para mentir?
¿para doblegar al otro?
¿para mostrar tu razón?
Tanto poder para mostrar, solo
la soledad de tu razonamiento
la verdad que todos sabemos
y es la imposición
el sin sentido
de una historia moderna
con ideales del siglo pasado
donde todos uniformados
éramos iguales
olvidados bajo una misma bandera.
Una bandera que nos enseña
que debemos vivir en paz
y buscar la armonía
entre todos los pueblos
antes de volver
al Dios Rey
de los hombres
aquí en la tierra.