De la colección «Quiero un futuro verde». Justo Marco
Nuestra casa en común
es hermosa, generosa
vital, llena de vida, de color
de gente que canta
que compone poemas
y vive el amor más puro
de los corazones nacidos
de la misma luz que
nos envuelve.
Mira a los soldaditos del amor
derramándose por
nuestra casa común
reparando aquello
que destruimos hace tanto tiempo
olvidándonos de nosotros mismos
de nuestra propia vida.
Y ellos cantan mientras trabajan
gritan mientras otros
se vuelven sordos
y siguen contando sus monedas
para aumentar el monto
de sus travesuras contra todos.
Querido amigo que me escuchas
ya sabemos que nuestra casa común
es finita y debemos cuidarla
formar parte de aquellos
que pintan sueños de color verde
en un futuro oscuro y gris
por la contaminación y degradación.
Dejemos de ser esclavos
de aquellas decisiones del pasado
y construyamos de nuevo
con el corazón en los labios
y su fuerza en nuestras manos
y en nuestra mirada
cuando los ciegos y sordos
por nuestra casa común
nos digan que el futuro debe seguir
por el camino actual
aunque nos marchitemos con el.
Así que levantemos nuestro ser
y volvamos la mirada
a nuestra madre tierra
y pintemos de esperanza
nuestro futuro..