La maldita guerra a roto la esperanza que había en nuestros corazones y haber perdido el consuelo
Al amanecer me levanto para contemplar el día cómo despierta y dar las gracias
Por la justicia que me caracteriza debería construirte una estatua para alabar tu fortaleza tu ternura
Hace tiempo que la salud de la vida a quedado enterrada entre balas de fusil
Como no amarte ante tu sencilla belleza tu natural forma de mujer y tu carisma personal.
Mi mujer es como cualquier mujer hermosa en su feminidad poderosa en su forma de ser
No puedo más ante el horror de la muerte disfrazada de libertad envuelta como regalo
Resplandeces bajo la luna brillas como una estrella ante mis ojos desnudos vacíos por la realidad