Del relato «Lágrimas por mi tierra»
Vivimos para combatir
ha este estado corrupto opresor
que nos desangra
día a día
como madre desnaturalizada
que no entiende
que sus hijos
quieren vivir su vida.
Por eso combatimos
y de tanto combatir
nos olvidamos de los amigos
de aquellos que nos dicen
que no van a seguirnos.
Y si, vivimos para combatir
para combatirnos a nosotros mismos
olvidándonos de alianzas
de unirnos en el mismo camino
solo por dirigir
por enseñar quién es más fuerte
destruyendo todo lo construido
y volviendo la mirada
a un futuro pintado
por vuestras manos.
Ahora escucha un momento
detente y descansa
si vivimos para combatir
¿Que nos va a quedar
cuando todo esté en ruinas?
La victoria ya no es nuestra
es la de aquellos que decían
que nos vencerían
sin mover un dedo
solo sembrando la cizaña.
Así que no vuelvas llorando
por lo que ya no es
pues el tiempo de combatir pasa.
Ahora es el tiempo de construir
y guiarnos hacia un futuro
en el que vivamos en paz.