Quise amarte sin amarte

pobre loco

pobre iluso del corazón

con la mente enajenada

y el corazón en ruinas.

Soñe que te tenía sin tenerte

y comprendí que todo

vanidad de vanidades

de trofeos en una lista

de caras olvidadas

y soledades en la realidad.

Quise amarte sin amarte

sin cadenas

ni documentos firmados

y mi corazón se reía

de mi ilusión fantoche

de hombre machote

de soldado solitario

que recorre la vida

como trotamundo de corazones.

Y por corazones me enredé

por ello, de veras

quise amarte sin amarte

sin comprender

que la condena del amor

es la unión de las almas

no de los corazones

ni de los cuerpos desnudos.

Y con sorpresa descubrí

mi corazón entre tus besos

y mi alma añorando

las caricias de tus manos

en lo profundo de mi ser.

Y ahora entiendo

que el amor

no puede encerrarse

ni controlarse

aunque uno lo desee.