Desde hace años
que mis ojos se asombran
de la belleza escondida en ti
que solo yo descubro
mi querida niña.
Ya no tan niña
más bien mujer
que me haces suspirar
entre los pliegues de las sabanas
y me devuelves la esperanza
en un corazón marchito
por la vida.
Si tu, mi querida niña
eres la única
que con los ojos abiertos
me haces soñar
beber de la copa del renuncio
para contigo estar.
No importa el precio
que deba pagar
si tu, mi querida niña
a mi lado
para siempre
quieres estar.