Del relato «Lágrimas por mi tierra»
Me dijeron que soñar es bueno
que alegra el espíritu
e infunde coraje
en los corazones rotos.
Pero no me dijeron
que soñar y actuar
tienen sus consecuencias
que el camino no sería plano
y las sonrisas se desvanecerían.
Me dijeron que luchara por mis sueños
que no desfalleciera
que todo saldría bien
y que la fortuna me sonreía
pero no me dijeron
que podría errar
que podría acabar
con mis huesos en la cuneta.
Me dijeron tantas veces
que soy único
que todos me querrían
que pensé ser invencible
pero la realidad vino a mi
en la primera herida
cuando me vi vulnerable
y tuve que gritar de dolor.
Y en mi realidad
después de tantas palabras
de tantos sueños
convertidos en sueños
me quede desnudo ante el espejo
de la realidad de este mundo
para descubrir
que realmente soy único
inapreciablemente distinto
superiormente inigualable.
Y ahora ya se
que decido por mi.
ahora y siempre.