De la colección Covid-19
La vida sigue inexorable
su camino hacia el presente
que se vuelve pasado
y vuelve a ser presente
a cada instante que vivimos
y gritamos
“Queremos ser libres”.
No queremos más confinamientos
queremos que el sol
se deslice por nuestros cuerpos
como hace tiempo pasado
que ya no recuerdo.
Por que el presente
se volvió pasado
y el pasado queda en el recuerdo
y el recuerdo se emborrona
por la necesidad de protegernos
de alejar el virus
de nuestros corazones
y nuestros pulmones.
Pero la vida sigue
así como el virus
entre los rincones
escondido, en silencio
para sorprendernos
y devorarnos en un segundo
llevándonos al paisaje desolado
de una habitación impersonal
de unas personas
todas ellas enfundadas
y sin rostro
que nos pinchan y nos miran
y corren por nosotros.
Porque la vida pasa
y nosotros pasabamos de ella
y la sorpresa nos sorprendió
y nos hizo esclavos de nuevo
de la libertad robada
de los minutos no pasado
con los seres que amamos.
Y en una cama de hospital
vemos la vida pasar
o eso esperamos.