De la colección Covid-19
Ayer te marchaste
al centro de cuidados
con la sonrisa nublada
por la enfermedad
que nos arrasa el corazón
y da vuelta a nuestra cordura
la despedida en nuestro corazón
temiendo no volverte a ver.
En el recuerdo
el tiempo transcurrido
desde que nos conocimos
y en el presente
con lágrimas en el corazón
y la sonrisa guardada en el cajón
donde guardo los recuerdos
y aquellas cosas que no comprendo.
Y en un marco de mi pared
el cuadro de la despedida
donde sonríes lleno de vida
con la esperanza en los ojos.
¿Y ahora dónde está?
Perdida en el mar del destino
donde el vaivén de las olas
nos elevan o nos hunden
en la brutalidad del poder
de este pérfido enemigo
que nos dejan en los labios
y en el corazón
la despedida de nuestro sol
que tantas veces nos calentaba
cuando la realidad
nos envolvía sin piedad.
Y las lágrimas caen
en silencio y a escondidas
para no desvelar
la soledad que dejas detrás.